25 de febrero de 2009

AGUANTA LA RESPIRACIÓN


"Llevo nadando desde los 4 años. Me gusta flotar bajo el agua. Me hace sentir viva. (...) Lo que más me gusta es bucear. Siempre me ha gustado. Aguantar la respiración. Notar el bombeo del corazón. Aguantar un poco más. Superarme. (...) Consigo cruzar buceando casi cuatro veces la piscina antes de salir a tomar oxígeno. (...) Una vez me desmayé antes de salir. El monitor de natación me sacó.
(...)
Me agarra del cuello. No puedo defenderme. Le araño la cara, le golpeo, le golpeo, no me suelta. Le clavo una uña en el ojo derecho. Grita. Le sangra. Pero aprieta más fuerte. Agredirle no funciona. Noto el corazón latir muy fuerte. El sudor es frío. Me empiezo a marear. Bien. Quieta. Aguanta. Aguanta la respiración. Quieta. Relájate. (...)Justo cuando estoy a punto de perder la consciencia, me suelta. Está llorando. Cuando se aleja lo suficiente de mí, le doy una patada en la cara. Cae. Otra patada. Otra. Otra. Otra. Otra. Otra. Se queda tendido en el suelo. Tomo aire. Me arden los pulmones. Toso. Respiro. Respiro"
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Extracto de El asesino amateur, de Marv

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