9 de octubre de 2009

EL PINTOR DE ALMAS



“El pintor retrataba el alma cada modelo.

(…)

Había retratado a todo tipo de personas; políticos, sacerdotes, artistas, asesinos, “famosos”, prostitutas…

Y había retratado el alma de cada uno de ellos.

(…)

El pintor había decidido dejar de pintar hasta que su esposa posara para él. Llevaba años sin coger un pincel. Su esposa se negaba. Se negaba, se negaba.

(…)

Por fin un día la mujer del pintor decidió posar.
Paró de pintar a las pocas horas. La mujer recogió sus cosas y abandonó al pintor.
El pintor lloraba. Rompió el lienzo. Era monstruoso.

Jamás volvieron a verse.”

Extracto de El cadáver podrido de una rata, de Marv