
“-¡He oído cientos de veces cada uno de sus discos! Me estremecían sus canciones. Eran preciosas. Tan sinceras… ¡Eran mi grupo favorito!
-¿Y qué ha pasado?
-La semana pasada dieron su primer concierto. Nunca se habían dejado ver en público.
-Sí, algo oí. Decidieron dar una gira después del éxito que han tenido, ¿no?
-Sí. No pensaban que gustarían tanto, además sus discos eran gratuitos, los podías descargar…
-Venga, no te desvíes del tema.
-Bueno pues… el cantante… ¡es feo, minusválido, calvo y gordo!
-¿Y por eso has dejado de escucharlos?
-¿Cómo voy a escuchar todas esas canciones de amor imaginándome al hombrecillo ese?
¡Me da asco!”
Extracto de Suciedad del bienestar, Marg